La dependencia emocional es la necesidad extrema que una persona siente hacia otra, a lo largo de todas las relaciones de su vida.
En la relación de pareja el principal temor es la ruptura de pareja por el miedo a la soledad.
Las causas son:
– Carencias afectivas tempranas.
– Temperamento-carácter de la persona
– Modelo socio-cultural
Los tipos son:
– Los que se muestran sumisos e idealizan a su pareja.
– Los que desprecian a sus parejas negando su dependencia
– Los que pasan períodos de dependencia emocional y falsa independencia.
Se considera que una persona es dependiente emocional, cuando siente una necesidad extrema de saber, de tener contacto continúo o de control, sobre todo de su pareja.
La dependencia emocional no se produce en un momento puntual, ni sólo en el proceso de enamoramiento, se da a lo largo de todas las relaciones y a lo largo de toda la vida.
El/La dependiente emocional sufre de sólo pensar en quedarse solo/a, necesita más que querer a su pareja. Ese sufrimiento le lleva a tomar actitudes diferentes, que están marcadas por un desequilibrio, una asimetría en la relación de pareja y una falta de autoestima:
· Generalmente idealizan a su pareja, poniendo en ella todos esos atributos que a ellas/os les gustaría tener o sienten que no tienen. Su proyecto vital es su pareja y pasa a un segundo plano el trabajo, las amistades, la familia e incluso los hijos/as.
· Dada la herencia cultural que tenemos, en varones se ve con más frecuencia una actitud despreciativa a sus parejas, una negación aparente de la dependencia hacia ellas. Sin embargo, esta forma de ser no está exenta de de ese vacío de identidad y ese miedo a estar solos.
Como en todo, en la dependencia emocional existen grados. Si bien es difícil generar autonomía e independencia por el sistema social en el que estamos inmersos, se trataría de aliviar el sufrimiento de la esclavitud al otro empezando por APRENDER A QUERER BIEN, primero a sí mismo/a y luego al otro/a.