Desde hace un tiempo, socialmente, estamos poniendo el foco en la salud mental de los jóvenes. Es innegable que, en los últimos meses, ha habido en este grupo de población un aumento en la petición de ayuda psicológica. Esto se ha visto reflejado en los diferentes espacios que ofrecen atención psicológica (tanto públicos como privados) en nuestro entorno. Los jóvenes reclaman con su comportamiento y actitud y, en esta ocasión, lo están haciendo de una manera muy clara.
Pero, ¿a qué se debe este aumento?, ¿las personas jóvenes de hoy tienen más motivos para estar ansiosas o es que tienen más dificultades para manejar y gestionar la ansiedad?
Nuestra compañera la psicóloga Irati Sellés, te da más pistas en esta entrevista en el espacio de «Psicología crítica y Salud mental» del programa Suelta la Olla, de Hala Bedi.
Jóvenes sensibles a cambios sociales
Una clave importante para poder responder a estas preguntas es saber que la salud mental de las personas adolescentes está muy influida por los cambios sociales, son muy sensibles a ellos. Y , precisamente, n este momento hay evidentes cambios sociales. Por nombrar algunos:
- Por un lado, la pandemia, el confinamiento, las restricciones… Todo ello ha tenido un efecto en la población, din duda. Sin embargo, por poner un ejemplo, la restricción de la socialización no ha tenido el mismo coste en adultos que en jóvenes. Y estos últimos fueron especialmente dañados.
- Por otro, la precariedad laboral: la adolescencia es un momento en el que empiezan a construir su proyecto de vida y actualmente se les pone sobre la mesa un futuro incierto. Esta precariedad laboral, junto con la situación actual de la vivienda, no les permite independizarse hasta la treintena. La tasa de emancipación actualmente está alrededor de los 30 años.
- En tercer lugar, también hay cambios sociales en la familia, en el estilo de crianza…
Y, entonces, con todo esto, ¿podemos decir que los y las adolescentes están peor de lo que estaban antes?
Más conciencia de la importancia de la salud mental
Lo que sí podemos decir es que demandan más atención-ayuda, está claro. Sin embargo, eso no quiere decir que antes no la necesitaran. Evidentemente no podemos negar ni banalizar el aumento de demanda, ¿pero qué parte tiene que ver con que pidan más ayuda, y, qué parte tiene que ver con que a pesar de que pidan más ayuda están peor?
Tenemos dificultades para evaluar la salud mental de los jóvenes porque no podemos hacerlo con los mismos parámetros que antes. La jerarquía de valores actualmente son diferentes y no están siendo bien entendidos por las personas adultas.
Han mejorado la conciencia de la importancia de la salud mental. Y al mismo tiempo, ha habido una mejora en la percepción de necesitar ayuda, identificando las señales del malestar y actuando frente a estas señales. También ha habido un cambio por parte de las personas adolescentes en la percepción y la manera de entender el hecho de ir al psicólogo; aquí, las personas adultas tenemos mucho que aprender.
Motivos por los que piden ayuda psicológica
Los motivos de consulta que suelen demandan son variados; sin embargo, sí podemos hablar de un conjunto de dificultades que se repiten:
- Hemos detectado un aumento en demandas relacionadas con una sintomatología ansiosa. En este sentido, entendemos que la ansiedad como la puntita de iceberg que es visible. Pero hemos observado que lo que hay debajo está relacionado con diferentes cuestiones como, por ejemplo: altos niveles de exigencia (es algo que estamos viendo mucho), la necesidad de control, la evitación por el miedo a enfrentar situaciones, la anticipación…
- Por otro lado, otra problemática por la que acuden a terapia son las dificultades relacionales: tanto con iguales, con familiares, como con la pareja.
- Y, por último, también encontramos demandas que tienen que ver con cuestiones relacionadas con características del momento vital en el que se encuentran: malestar por la percepción que tienen de sí mismos, dificultad a la hora de tomar decisiones, desinterés por el presente…
La psicoterapia, sólo, es insuficiente
Y teniendo en cuenta todo esto que hemos comentado hasta ahora, ¿cuáles pueden ser las alternativas?
- Por un lado, es evidente que se necesita mayor presencia de psicólogos y psicólogas en la sanidad pública. Actualmente, el colapso de la sanidad genera una gran contradicción; y es que quién peor está consigue ser atendido antes por el alto grado de malestar y sufrimiento; y, sin embargo, la persona que no requiere de una atención tan urgente no tiene cabida en ese momento. En este sentido, el aumento de psicólogos y psicólogas permitiría atender a todas las personas que requieran de atención psicológica, evitando así la cronificación del malestar.
- Hemos hablado de la importancia de aumentar el ratio de psicólogos. Sin embargo, también hay que señalar que ésto sólo no vale. Es decir, colocar a la psicoterapia como única solución del malestar de las personas jóvenes es insuficiente. Tal y como hemos hablado anteriormente, el malestar de las personas adolescentes es un reflejo de las problemáticas sociales. Por lo que hacer mejoras en esos otros ámbitos influye directamente enla mejora de la salud mental de jóvenes y adolescentes.
- Por último, la mejor intervención es una buena prevención. Demos voz a los jóvenes, vamos a darles un lugar, escuchemos qué les preocupa. No tenemos que resolverles todo, sino que tenemos que posibilitarles un futuro donde puedan construir su proyecto. Y esto nos corresponde a los adultos.
Por fin nos ocupamos de las personas jóvenes e invertir en su salud mental es positivo. La etapa de la adolescencia es una etapa de estructuración. Cuidemos de esa etapa ayudándoles en su proceso de crecimiento.
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